... Otra vuelta de tuerca...

viernes, septiembre 07, 2007

Entre chicha y limoná


Me cargan las frases hechas. Y todo lo que haga creer que alguien es intelectual. Es cierto que hay algunas re bonitas y te dejan “como esperando la micro en el paradero. Esas presentaciones en power point que llegan a menudo hablando de la amistad y de aprovechar la vida, en ocasiones consiguen sacar en mí una sonrisa, o intentar prometer fidelidad a mi proyecto de vida. Lo cierto es que en la búsqueda de la autenticidad que tanto anhelo tener, me topo en el camino con incertezas y nuevos desafíos. La vida es movimiento, pero entre tanto movimiento, cambio constante y a veces emocionante, pierdo el ritmo y desentono.

Septiembre eh eh eh ¡¡Se viene el 18 Mi Alma!! ¿Cómo no bailar cueca? Siento como se va el frío, como corre el viento por las tardes. Para mí esta es la mejor parte del año. Promoción de temporada, especial para corazones en venta. Pero un ofertón no me pasará la cuenta. Ya de eso me cansé :)

Carpediem. El mejor día es siempre hoy y el “ahora”. Piensa Positivo. Ha HA – de Nelson y D’OU- de Homero, son las frases que rescato, de las archiconocidas. Hasta ahora no he visto mejor parodia que Los Simpsons, como una crítica a nuestro monótono estilo de vida.

Las pre – ocupaciones son una tontera. Mejor ocuparse del problema cuando esté y ya no haya nada más que hacer.

De Chile ni hablar. No sé si defender al Gobierno por el que dí mi voto, pues fue con poca decisión. Entre Piñera y Bachelet, prefiero seguir con los acuerdos entre empresariado y sociedad a dejar todo en manos de privados. Antes pensaba que todos achacaban sus problemas al Estado. Hoy creo que los políticos buscan vivir bien, entre acuerdos tomados en conversaciones de pasillo y reuniones en la parcela. No veo en la política algo noble. Y en lo que espero sea mi profesión, quiero pasar las fronteras.

En Ocasiones me canso de sentirme diferente. En ocasiones me siento gregario, indiferente a lo que me rodea. Cualquiera sea la ocasión, espero pronto despejarme y encontrar el rumbo correcto, para poder izar con alegría la bandera y gritar ¡VIVA CHILE! sin sentir un dolor de muelas.